Localidad: Arauzo de Miel
(Siglo XV-XVI). Es renacentista, con excelentes adornos en su portada en la que se mezclan elementos de Siloé, Vallejo y Colonia, haciéndola de gran mérito artístico. Consta de un gran pórtico que da paso a la entrada principal, y forma como un retablo de piedra franca, en donde se ve infinidad de animales marinos, distinguiéndose una sirena en cada mármol, y en la conclusión de estos una cornisa perfectamente trabajada, desde donde continúa un segundo cuerpo que tiene por remate un florón orlado, sostenido por 2 leones.
Está construida en tres etapas diferentes, aunque se supone que sobre una anterior románica tal vez. El cuerpo de la iglesia es todo de piedra sillería, consta de tres naves embovedadas de la misma materia, con cinco retablos, entre los que se llevan la preferencia el mayor de estilo plateresco del siglo XVIII, dedicado a Santa Eulalia de Mérida, patrona de la villa, cuya festividad se celebra el 10 de diciembre, y el de la Virgen del Rosario, que se doró y jaspeó el año 1.842 a expensas de un devoto. La sacristía es bastante espaciosa y se halla muy bien provista de ornamentos.
Hacia la parte Oeste se levanta la torre de figura cuadrada, en cuyo capitel se encuentra el reloj. En Tormillos, despoblado de Huerta de Rey existió una iglesia dedicada también a Santa Eulalia, confirmado en el Cartulario de San Millán de la Cogolla en 1.008.
Iglesia Renacentista
A pesar de que la documentación referida al municipio y la advocación del templo nos conduce a tiempos remotos, la fábrica de la iglesia actual presenta las características propias de una construcción levantada en el último cuarto del siglo XV y primeros cuarenta años del XVI. Parece que el proceso constructivo de la actual fábrica se inicia en el siglo XIV (quedan de ella algunos pilares y restos escultóricos), completándose en lo esencial a finales del siglo XV o principios del XVI por lo que se puede ubicar dentro del tardo-gótico.
En la actualidad es un templo de tres naves, formando prácticamente un salón, que tiene muros de piedra sillería unas veces de aparejo isódomo y otras de sillarejo, cuando no de mampostería. Estamos ante una de las obras más importantes del renacimiento burgalés y de la primera mitad del siglo XVI que se atribuye algún maestro que parece presentar formas y fórmulas de los Colonia, Diego de Siloé y Juan de Vallejo. Se remata el conjunto en una ábside de planta cuadrangular al que se accede mediante arco apuntado, los muros son de piedra sillería de aparejo bastante regular y la cubierta de bóveda de crucería, terceletes.
Se cubre con bóvedas de crucería de terceletes (con cuidada decoración de pintantes estrellados en la nave central) que se apean sobre pilares de trazas góticas en los adosados a los muros y de base cuadrangular en los exentos. Los mismos se rematan en cenefas, en la zona correspondiente a la ubicación de los capiteles, que presentan decoración vegetal de trazas y formas góticas: cardinas y caras humanas apareciendo entre la maraña.
A los pies de la nave central, ligeramente descentrada hacia el norte, se adosa la torre de planta cuadrangular, su alzado se articula en 3 cuerpos el último de los cuales presenta vanos de medio punto, que sirven de marco adecuado para las ventanas. En los ángulos y zonas correspondientes al arranque de los arcos encontramos contrafuertes prismáticos cuyas trazas y alzado los sitúan dentro de los utilizados en época del gótico tardío.
Como es habitual en todos los períodos de transición, es muy difícil establecer un corte cronológico entre el renacimiento y el gótico en la imaginería de la Ribera del Duero. Se realizan en los años finales del siglo XV y los iniciales del XVI.
A este período de transición, pero a una cronología más avanzada, pertenece un tímpano que se halla en el interior de la parroquial de Arauzo de Miel, dividido en varios fragmentos y distribuido por los muros del interior de la iglesia. Es una obra en la que pervive el esquematismo gótico con algunos avances renacentistas, pudiéndose considerar como la obra de escultura monumental más tardía de la comarca, en la que aún se percibe la influencia gótica, sobre todo de obras del taller de los Colonia.
2.1. Portada
La portada es una obra ya de estilo renacentista realizada en la primera mitad del “Cinquecenio”.
Al muro meridional, primer tramo de la nave de la epístola se abre la portada. El conjunto se encuentra enmarcado en arco de medio punto con intradós decorado con motivo de la época. El resto responde a los usos habituales de los maestros burgaleses de la primera mitad del siglo XVI enmarcando el vano central al modo de un gran arco triunfal. Se ve flaqueado por sendas pilastras cajeadas cuyo interior se decora con relieve bastante bajo de Candelieri entre los que encontramos pelícanos, pájaros entrelazados, diferentes motivos florales, bichas y otros elementos habituales en el arte plateresco.
Es particularmente efectista la decoración de las enjutas con grutescos y sirenas que sostienen su cola con una mano y un pez en la otra. Sobre las mismas se coloca el entablamento decorado con friso y cornisa de gran desarrollo y motivos escultóricos de cabecillas de angelotes. Se completa la obra con un vano semicircular cuyo marco se decora con cabecillas de ángeles flanqueando todo con un gran florón y leones rampantes a la altura de los riñones del arco. Éste se ve enmarcado por una especie de alfiz con escamas de fondo.
La portada del convento de Santa María de Jerónimos de Espeja (Soria), construida bajo el patronazgo de Don Diego de Avellaneda, hoy demolida sería muy parecida a la que hoy podemos contemplar en la parroquial de Arauzo de Miel.
2.2 Retablos
Se completa nuestro recorrido con la contemplación y admiración del cuidado espacio interior y de los cinco retablos de madera policromada y algunas pinturas sobre tabla recolocadas en los muros del templo.
El primero: de ellos es una estructura de madera policromada que consta de banco, un cuerpo, una única calle, entre cuerpo profusamente decorado y ático en forma semicircular. Cuatro columnas salomónicas decoradas con pámpanos sirven de adecuado marco a la hornacina y calle central. Parece que es una obra dorada el año 1.692 según nos informa la inscripción allí existente.
El segundo: responde a los usos y gustos del siglo XIX resaltando la única calle que sirve de marco a la talla de madera policromada del Cristo que nombramos en el apartado I. Es igualmente notable la talla de madera policromada de la Virgen de la O, obra de forma y estilo renacentista de mediados del siglo XVI.
El tercero: La estructura más grandilocuente y espectacular es la que ocupa la cabecera del ábside. Es una arquitectura muy desarrollada de madera dorada, con algunos restos de policromía, que consta de banco, un cuerpo de origen gigante, tres calles y ático o remate a manera de cubierta. Cuatro columnas de orden gigante, en forma de balaustres, recorren en sentido vertical y enmarcan las tres calles. El banco adquirere un gran desarrollo con cuatro mensulones desde los que arrancan las columnas y un espectacular sagrario, tipo baldaquino, en el centro. En la calle central se ubica una cuidada talla de madera policromada de estilo renacentista de la patrona, Santa Eulalia de Mérida, y en los laterales hay esculturas de madera policromada de San José, San Antonio de Padua, San Antón, San Prudencio, San Juan Bautista y San Pedro; todas ellas de estilo y formas barrocas ya de finales del siglo XVII. El conjunto parece una obra, con gran escenografía y profusa decoración vegetal y estructural, de la primera mitad del siglo XVII.
El cuarto y quinto: presentan ya forma del barroco final con decoración rococó.
Según Documento inédito “Arauzo de Miel”de Nico Benito aporta:
El Santo Cristo de piedra, sin brazos, forma un grupo con el que está debajo del coro, que son La Virgen y San Juan al pie de la Cruz.
Este grupo estaba en la antigua iglesia y al edificar la nueva, le pusieron para tapar la puerta de la antigua iglesia y como el Santo Cristo no cabía, lo metieron detrás del frontal del altar de San Roque.
El cura D. Eduardo, al cortar dicho altar para poner los bancos para el rezo del rosario, como había tantos niños, tiro el altar y lo encontró. Era una imagen que él hacia tiempo buscaba, pues los del pueblo decían que era San Joaquín y Santa Ana y así al encontrar ésta, quedo solucionado la discrepancia.
Esta imagen es del siglo XV y estuvo expuesta en Burgos en la Exposición de Arte medieval, verano del 1979.
2.3 Pinturas
Hay un total de siete pinturas sobre tabla de diferentes épocas y estilo, algunas de las cuales pudieron formar parte de un retablo, tal vez el que ocupara con anterioridad la cabecera. La primera es una pintura que representa el tema habitual de la Virgen con el Niño con formas del mundo hispano flamenco. Algo posteriores, de estilo renacentista, son los temas de Cristo entre los doctores, la Adoración de los Reyes Magos, la Presentación en el templo y Cristo expulsando a los mercaderes del templo, obras de escuela castellana de finales del siglo XVI, con claras expresiones manieristas en la forma de realizar el trabajo. La pintura de Santa Lucía es una realización de forma y concepción barrocas.
A este período de transición, pero a una cronología más avanzada, pertenece un tímpano que se halla en el interior de la parroquial de Arauzo de Miel, dividido en varios fragmentos y distribuido por los muros del interior de la iglesia. Es una obra en la que pervive el esquematismo gótico con algunos avances renacentistas, pudiéndose considerar como la obra de escultura monumental más tardía de la comarca, en la que aún se percibe la influencia gótica, sobre todo de obras del taller de los Colonia.
Como es habitual en todos los períodos de transición, es muy difícil establecer un corte cronológico entre el renacimiento y el gótico en la imaginería de la Ribera del Duero. Se realizan en los años finales del siglo XV y los iniciales del XVI.
El Órgano
El Órgano es del año 1840.
Alimentación: de ventilación eléctrica, con dos fuelles originales Transmisión: mecánica.
Todos los domingos y festivos y o celebraciones tenemos el privilegio de escuchar esta maravilla, gracias a José Mari.
El reloj de sol
Otro detalle que no puede pasarnos desapercibido y también en plena vigencia como el órgano pero en el exterior de la iglesia es el reloj de sol, que nos da visualmente la hora solar y nos declara con ello el lió que tenemos con los cambios de horarios, El reloj de piedra continua siendo una referencia natural de cada día solar.